Un domingo tranquilo...

o tal vez no. Esa era mi intención cuando me levanté esta mañana, no hacer absolutamente nada, relajarme y disfrutar de mi último día de vacaciones antes de empezar el Segundo Cuatrimestre. Porque dudo mucho que tenga un descanso semejante -las vacaciones de semana santa no cuentan, todo el mundo sabe que en esas dos semanas toca hacer de todo menos relajarte- hasta las vacaciones de Verano, que por el momento, quedan muy lejanas. Pero todos mis planes de relajarme se han venido abajo, cuando he mirado mi habitación y me he dicho que todos los apuntes del escritorio y de las estanterías necesitaban urgentemente de mi atención. Toda la mañana me he tirado y parte de la tarde organizando todo. Cuando he terminado estaba hasta medio mareada -yo que soy muy sensible a marearme por cualquier cosa, sí doy mucha pena- y he decidido darme un ducha y lavarme el pelo, lo necesitaba horrores. Cuando he vuelto a mi cuarto, me he alegrado de haber perdido mi domingo de relax, porque la habitación después de ordenarla parecía hasta más grande y no agobiaba de la manera que lo hacía antes. En ese sentido estoy bastante contenta. Dentro de poco supongo que me iré a cenar, porque mañana a las 7.30 am. de nuevo comienza la tortura. Aunque por ser el primer día, igual no nos machacan mucho, sobre todo aquellos a los que no conocemos -sí, guardo esa mínima esperanza de no tener un lunes matador, veremos si es posible-.

Por otro lado, que empiece el nuevo cuatrimestre me asusta -soy una miedica al cubo-sobre todo porque me han cambiado horarios y me han puesto clases por la tarde. No me importa tener clases por la tarde, es duro y tal, pero si te gusta tu carrera, lo mismo es dar una clase por la mañana que por la tarde, para mí, claro. El problema es que, mi clase de la tarde termina a las 8.00 y tardo casi dos horas en llegar a casa. Es decir, me planto en mi casa a las 10.00 de la noche. Lo peor de todo es que, tengo que coger muchos medios de transporte -porque no tendré el carné ya- y cuando llego a la estación de mi casa, toda la gentuza del barrio parece reunirse en el vestíbulo de la estación de cercanías. Vamos, que si salgo viva este cuatrimestre sin que me roben nada, habrá sido todo un lujo. En ese sentido estoy bastante "cagada". Porque no me hace ninguna gracia tener que venirme sola a las 10 de la noche. No me motiva y no sé que soluciones buscarle, porque no las hay. Además, teniendo mi cara, que es la de "mira, puedes robarme que no te voy a dar ni media hostia", pues es mucho más fácil que me pase algo extraño. Sólo hay un pequeño punto positivo, que los días poco a poco son más largos... que parece que cuanto antes oscurece más gentuza hay en la estación. Así que si algún lunes o martes - que es cuando tengo esas clases hasta las ocho- no he vuelto, ya sabéis el motivo.

Que tengáis todos buen lunes y buena semana, un besito,

Mylastfalliscat.